Tragaldabas Profesionales

Carne, Recetas / 13.06.2011

  No supe de la existencia de este plato hasta mediados del año pasado cuando uno de los sospechosos habituales me dice que lo acaba de descubrir y quiere ir a Asturias a comerse uno. La idea era muy atractiva, pero para qué esperar a cuadrar fechas si podíamos comerlo en Madrid, seguro que en algún sitio lo encontraríamos. Y lo encontramos, o más bien los encontramos en plural. Empezamos nuestra particular 'ruta del cachopo en Madrid' recorriéndonos todos los restaurantes de los que teníamos constancia de que lo hiciesen alternándolo con algún viaje a Asturias.
Pescados y mariscos, Recetas / 01.06.2011

 

Hay 4 cosas que no me pueden faltar en la cocina: mis cuchillos, el 'corta-verduras-en-dados', el wok y el horno. Hasta el punto que cuando me toca cocinar en casa de algún amigo me voy con todos mis utensilios, ¡menos con el horno! :)

Cuántas veces habré dicho por qué un wok me parece 'La Sartén', te permite cocinar sin preocuparte mucho por 'las formas', da igual lo que remuevas la comida y con qué energía que no se saldrá nada. El horno es aún más cómodo, no tienes que hacer nada (o casi nada) salvo esperar a que esté hecha la comida; a lo sumo regar cada cierto tiempo la comida con algún líquido, nada más.

Perdería la cuenta si tuviese que pensar en la cantidad de amigos que tengo que sólo usan el horno para... ¡guardar las sartenes! Claro, dónde si no :) Y lo peor de todo es que lo usan como armario porque no tienen ni idea de darle el uso que le corresponde.

Pastas, arroces y legumbres, Recetas / 30.05.2011

 

Así es como se ha comido el arroz blanco de toda la vida en mi casa, y no fue hasta que lo comí de pequeño por primera vez en casa de algún compañero de clase cuando valoré realmente el arroz que hacía mi madre. Hoy es fácil encontrarnos con amigos que lo condimentan algo, pero sigo viendo como para muchos de ellos el arroz blanco no es más que eso, arroz cocido en agua y sal que no tienen más remedio que alegrar con algún sofrito de bote porque si no eso no hay quién se lo coma.