El Atelier de Dina en Madrid

18 Dic El Atelier de Dina en Madrid

El Atelier de Dina es un pequeño restaurante con no más de 4 ó 5 mesas y una pequeña barra con una carta también pequeña que hace platos sorprendentemente sabrosos y bien presentados

«Vamos a investigar ? ? ?»

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«Vamos a investigar ? ? ?» es, literalmente, el mensaje que recibo de mi amiga Clara hace unos días cuando decide que es en El Atelier de Dina donde íbamos a quedar para comer ese día, y ya me conozco yo lo que significa eso, tengo que reconocer que las expectativas con las que iba eran bajas, ¡muy bajas!

Es fácil pensar que, dadas esas expectativas tan bajas, cualquier experiencia ligeramente mejor que la media resultaría sorprendente, pero no, no es ese el motivo por el que salí tan feliz de este sitio y con ganas de volver pronto a seguir ‘investigando’.

Restaurante El Atelier de Dina en Madrid

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El Atelier de Dina apenas abrió sus puertas hace un par de meses y está regentado por venezolanos que han decidido traer platos de su tierra con productos mediterráneos, así a priori suena bien.

Nada más entrar en el pequeño local nos recibió uno de los propietarios, nos preguntó si era nuestra primera vez allí y nos contó brevemente qué encontraríamos en su carta. A lo largo de la comida tuvimos la oportunidad de conocer a otra gente del equipo y todos son muy atentos, se nota que tienen ilusión por lo que hacen.

Sorprenden la cantidad de detalles que vas viendo según fijas la mirada aquí y allá. Antes de entrar te encuentras con una pizarra ofreciendo el menú del día, 12 € (o 12 € con algo, no recuerdo con exactitud), más o menos como en cualquier otro restaurante de la zona; entras y te reciben un par de botellones de agua infusionada con frutas con un letrero bien visible indicando que es sin coste; echas un vistazo a la carta y el precio medio es muy ajustado para la zona en la que están, ya veríamos luego cómo son los platos; para terminar viendo una pequeña cámara de maduración de carne detrás de la barra.

Clara y yo no dejábamos de mirarnos sorprendidos, todo se veía y sonaba demasiado bien y nuestra expectación crecía por segundos, y en ese punto también sabía qué iba a pasar: íbamos a pedir media carta y acabaríamos reventando…

Carta de El Atelier de Dina

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La carta de El Atelier de Dina no es muy extensa pero ofrece un poco de todo, pero mi vista se fue directa a «Pura Brasa», pregunté si era brasa brasa y sí, en este pequeño restaurante tienen Josper.

Pero dejamos las carnes maduradas para otro día y nos centramos en platos que no podríamos comer en otros restaurantes además de algún que otro antojo: ´Vuelve a la vida‘, un cóctel de camarones, pulpo y calamar con ají dulce buenísimo; una crema de maíz, fantástica para entonar el cuerpo con el fresco que hace estos días; croquetas, este día las tenían de jamón y de setas, las 2 cremosísimas y con mucho sabor; mejillones con salsa putanesca, dicen que uno de los grandes éxitos de la carta, de un calibre descomunal y bien ricos; una focaccia de verduras de otoño, ligera y con una combinación de verduras muy acertada; pulled pork sobre patacones y piña asada, golosos; para terminar la comida con un tiramisú de pera y una torrija, una delicia los postres también.

Todos los platos venían bien presentados y eran sabrosos, la atención era muy buena y no pudimos disfrutar más. Sin duda nos fuimos con ganas de volver y probar más, y no pasará mucho tiempo hasta que volvamos.